Ultimamente no se puede decir que no nos encontremos con sorpresas. A la gallinita se la encontraron por la calle, tan pancha, y la recogieron y metieron en una Parroquia de Salamanca a dónde fuimos a buscarla; hay que reconocer que es buenísima y se deja coger sin problemas cuando la sacamos de la jaula para que estire las patas. Ya tenemos adoptante para ella.

Y al ratoncito lo encontramos dentro del cubo comiéndose el peinso de los perros; es un ratoncito de campo y allí lo hemos devuelto aunque ahora que ha conocido lo del autoservicio, a saber…

ratoncitogallina