Esta preciosidad llegó a nosotros el sábado a través de la Policía Local. Lo recogieron los compañeros que estaban de guardia esa noche y ahora está en casa de Ana, una de las voluntarias.
Como véis en la foto, es muy pequeño aún (no le calculamos más de dos meses) y muy mansito. Quizás se haya perdido. Si no aparece el dueño, pasará a estar en adopción.