Esta mañana recogimos a una perrita en Huerta Otea. Buenísima y de lo mas guapo. Pensamos que podía haberse perdido porque estaba limpia y cuidada. Tenía un collar naranja con u nombre, Lara, y un teléfono al que llamamos y resultó que no existía.
No teníamos el lector de chip y la llevamos a la Policía Local a que se lo pasaran . Y tenía pero un número rarísimo . Al final nos dimos cuenta que el número de chip era de Francia. Un Policía Local que hablaba perfectamente francés, se dirigió a ella en ese idioma, y Lara contestó al momento dando la patita, tumbándose, etc., cualquier orden que el Policía le daba en su idioma, Lara obedecía; sin embargo, si le hablábamos en español, ni caso
Así que se nos ocurrió llamar al móvil pero con el prefijo de Francia , y mira tú por donde una voz un tanto balbuceante nos contestó.
En resumen, Lara era de un un chico francés que la noche anterior se había ido de juerga y que esperó a que abrieran Huerta Otea para dejar a la perra paseando mientras él dormía la » mona»- Y por lo visto el día anterior también la había dejado sola en el Parque durante más de una hora; sin problemas porque Lara es un encanto.
Bueno, como andar es muy bueno para que a uno se le pase la cogorza y para la salud en general, le tocó ir andando desde Huerta Otea hasta la Avda. de la Aldehuela a buscar a Lara . Porque el muy » jeta» todavía pretendía que se la llevásemos