Estas dos galguitas a las que su dueño ya no quería han encontrado un nuevo hogar en Barcelona gracias al Hocico pero, sobre todo, al buen hacer de Ana Arias que ayer se pegó el palizón de viaje para acercarlas hasta medio camino y volver. Incluso ha conseguido que se adoptaran las dos juntitas para que no sufrieran. Y gracias a la Protectora de Barcelona ( Animals sense sostre) que nos ha ayudado.