Señores directores: En respuesta al lector que tuvo una frase descalificadora respecto de quienes alimentamos a un animal que deambula por la calle con hambre, diré que lo suyo fue una agresión y una falta total de criterio y conocimiento de lo que está sucediendo con los animales de la calle, que son abandonados por “humanos irresponsables”. Por tal motivo se le respondió con el tenor de sus afirmaciones y dejo bien en claro que el hecho de darle a un animal un plato de comida no implica que se esté fomentando la existencia de ellos en la calle, sino que por el contrario se trata de lograr ubicarlos en hogares, castrarlos para evitar que aumente la comunidad, vacunarlos, etc., pormenores que ese lector parece desconocer.
Hablando de oscuridad, me pregunto, esta persona, que ha viajado por diferentes localidades ¿conoce el refugio para perros que funciona en esta ciudad? ¿Sabe con el esfuerzo de quienes se solventa el mismo? ¿Cree realmente que la Municipalidad por sí sola puede dar solución al problema? ¿O considera que requiere del esfuerzo y la ayuda de toda la comunidad? ¿Qué solución le requiere al señor intendente?
La oscuridad, a veces, no está en un precepto sino en la conciencia o el alma de uno. Ya que el itinerario de la vida lo ha llevado por diferentes ciudades, ha podido conocer la pobreza, la miseria, la marginación, etc. y debe saber que en muchos lugares se propicia la matanza de perros. Gracias a Dios, en Santa Fe, el señor intendente no es partidario de esto. Pero este ciudadano, ¿qué solución requiere? ¿La matanza? ¿El encierro? ¿O que nadie les dé de comer, así se mueren de hambre?
Respecto al dogma que nosotros proclamamos, es el de la tolerancia, la protección de la vida no sólo humana sino de todo ser vivo, inclusive los animales.
Dejo un mensaje, no sólo para Alberto, sino para que todos reflexionemos. “Los animales en la calle, los niños en los semáforos, no son otra cosa que una consecuencia de la falta de política de Estado, pero también juega un papel importante y fundamental la intolerancia y la deshumanización de la raza humana. Nosotros, los humanos, como seres inteligentes, estamos para ayudar y proteger a las razas inferiores, no destruirlas”.
Pero, ¡atención! Le reitero, ¿cuál es la solución que Alberto busca? No caigamos en el facilismo de que todo lo solucionen los demás, no esperemos que todo lo solucione la Municipalidad. Este grupo de señores que no tienen una vida completa, pero sí feliz, que constantemente miramos y analizamos a nuestra propia especie, lo invitamos a que se acerque a las instituciones: Protectora de Animales, Addera, Dignidad Animal, entre otras. Creo y estoy convencida de que juntos podemos lograr mejorar esta situación y no esperar a que todo lo solucione la Municipalidad. Su propuesta y/o contribución será bien recibida.
Magdalena Chapero 28 de Agosto de 2010